Nací en Caracas y desde 2008 vivo en Barcelona. Es mucha la distancia que me separa de mi familia. Mi patria en mis zapatos, eso dice una canción de El último de la fila, y yo así lo siento.
Cuando uno sale de su tierra y sabe que no volverá en muchísimo tiempo uno tiene que estar dispuesto a luchar con la melancolía, los recuerdos, con haber dejado de escuchar los acentos conocidos y comer las comidas de casa de siempre.