Las fotografías profesionales nos ayudan a decidir, están pensadas para activar decisiones de compra.
¿Has decidido comprar un producto, contratar un servicio o ir a un restaurante después de ver sus fotografías en Internet? Seguramente más de una vez.
Al observar una fotografía de alimentos, por ejemplo, nuestra mente rápidamente recrea unos colores, texturas e incluso olores y aromas. En ese momento la fotografía ha conseguido su objetivo: que nos interesemos por el producto que vemos y deseemos saber más de él, el paso previo a comprarlo.
«No lo necesito, pero me gusta y lo voy a comprar.»
Te suena esta frase, ¿verdad?
Las fotografías contribuyen a crear expectativas y alimentan el deseo de posesión. Por eso son tan importantes para cualquier negocio. Ahora bien, contratar los servicios de un fotógrafo profesional tiene un coste, pero también tiene una importante rentabilidad.
Por ejemplo, el en caso de los E-Commerce, es del todo imprescindible tener fotografías bonitas en la página web, en eso estaremos todos de acuerdo. Y más si se trata de unos productos que no están disponibles en una tienda física, y que solo podemos ver en Internet. Pero, ¿cuántas tiendas online invierten en tener fotografías profesionales de sus productos? Sorprendentemente, menos de las que imaginas. ¿Por qué?
Pues muy sencillo, por ahorrar costes.
Mi pregunta y la reflexión que deseo plantear en este post es esta: ¿Por qué pensar en «ahorrar costes» en vez de pensar en «rentabilizar inversiones»?
Te voy a dar algunas razones por las que todo negocio, y un E-Commerce en particular, debería plantearse seriamente esta cuestión.
Lo que aporta un fotógrafo profesional
Cuando se trata de retratar artículos, el fotógrafo profesional nunca pierde de vista el objetivo final de su trabajo: la misión de las fotografías es ayudar a tomar decisiones de compra.
En una tienda física se exponen los productos de manera atractiva y mostrando sus bondades. En un negocio online, por ejemplo, no podemos tocar el producto, solo verlo. Por eso, la calidad y credibilidad de las fotografías es determinante para las ventas de cualquier artículo retratado.
El fotógrafo profesional sabe que las fotografías de producto no solo deben acercarnos al artículo retratado, deben hacérnoslo sentir y crear una atmósfera emocional que nos envuelva al mirarlo para que lo queramos comprar.
Y todo lo anterior raramente puede lograrlo un fotógrafo no profesional.
- Un fotógrafo profesional cuenta con equipos profesionales. Suele tener más de una cámara y diferentes lentes de última generación, además de equipos de iluminación, filtros… Un profesional sabe qué lente necesita para lograr el efecto que la fotografía necesita mostrar. Se trata de fotografías de producto, y los negocios deben saber que si lo que muestran en sus webs son fotografías de calidad, el cliente asociará fácilmente calidad de imagen a calidad de producto. De eso hablo cuando digo que hay que poner el foco en la rentabilidad de la inversión y no solo en la tarifa del fotógrafo. Y estaremos de acuerdo en que un negocio, sobre todo si se trata de una tienda online, lo que necesita son «fotos rentables».
- Tras la sesión fotográfica, viene en proceso de edición. Pero antes de la primera hay todo un proceso de preproducción para evaluar y planificar el qué, el cómo, el dónde y el cuándo. No es lo mismo mostrar una paella humeante recién salida de los fogones que está diciendo «cómeme» que enseñarla en un plato con un fondo blanco y sin contexto, el mensaje será distinto en ambos casos y dependerá de la finalidad de la campaña de comunicación, para lo cual es vital que el fotógrafo sepa qué historia deben contar las fotos que haga. La calidad de imagen no solo la da el color, es fundamental la luz y la composición, los ángulos, los fondos y la técnica, claro, pero también la experiencia y los años de oficio, que cuentan, y mucho, sobre todo cuando se trata de hacer todos los cálculos iniciales de preproducción para no hacer perder ni tiempo ni dinero al dueño del negocio o promotor de los anuncios.
- En la fase de postproducción es donde el fotógrafo demuestra su pericia y su visión artística. En el proceso de edición se escogen las mejores fotografías (no hay que olvidar que para conseguir una buena foto hay que hacer muchas) y se corrigen los detalles. Es un proceso costoso en tiempo y recursos en el que es esencial trabajar con programas de edición específicos. Estar al día de todas las novedades y softwares de edición que salen al mercado es esencial, algo a lo que dedica parte de su tiempo el fotógrafo profesional.
Piénsalo, si inviertes en un reportaje fotográfico profesional para la web de tu negocio estarás rentabilizando costes desde el primer momento, porque la calidad de esas fotografías lo que explican es la calidad de los productos que se venden en tu negocio.
Continuará…
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