Sin curiosidad no es posible hacer fotos. Bajo mi punto de vista, el afán por saber y la curiosidad por descubrir son las condiciones básicas que se necesitan para este oficio. Sin curiosidad no habría habido evolución ni invenciones, ni conocimiento. La curiosidad nos ha traído al mundo que conocemos y cómo lo conocemos. Y ser fotógrafo tiene mucho que ver con explorar, estudiar, documentar e indagar en la realidad que vivimos.
Los paisajes se observan, se contemplan, se disfrutan, se recorren, se guardan en un lugar de la memoria, se imprimen en el recuerdo, puede que incluso haya algunos que no los queramos volver a ver… De todo eso va buena parte de mi trabajo fotográfico.
El pasado 8 y 9 de noviembre de 2024, una pequeña selección de mis fotografías de calle compartió espacio junto a la obra de otros fotógrafos internacionales en la exposición «Ciudades invisibles: la ciudad y el deseo» organizada por Galeria Fülle y que acogió el espacio cultural La Tomada en Buenos Aires (Argentina).
Nací en Caracas y desde 2008 vivo en Barcelona. Es mucha la distancia que me separa de mi familia. Mi patria en mis zapatos, eso dice una canción de El último de la fila, y yo así lo siento.
Cuando uno sale de su tierra y sabe que no volverá en muchísimo tiempo se tiene que estar dispuesto a luchar con la melancolía, los recuerdos, con haber dejado de escuchar los acentos conocidos y comer las comidas de casa de siempre.
Mi experiencia me dice que gracias a las buenas fotografías de comida y micro videos que los restaurantes publican y distribuyen en sus perfiles sociales, su público interactúa y aumentan no solo los likes y los comentarios positivos en sus redes sino que lo hacen también los comensales en los salones del restaurante.
Te has hecho alguna vez esta pregunta: ¿por qué necesitas invertir en tener buenas fotografías y buen material audiovisual?
La respuesta es sencilla: Porque lo visual hoy no es un recurso necesario, se ha convertido ya en un valor imprescindible.
Después de más de 14 años como fotógrafo de gastronomía, una cosa tengo muy clara: el objetivo de mi trabajo siempre debe ser generar expectativas y provocar el deseo de querer comer lo que se ve, para atraer más público y ayudar a la rentabilidad del negocio. Leer más