Fotografía gastronómica: Un viaje de la vista al paladar
Después de más de 14 años como fotógrafo de gastronomía, una cosa tengo muy clara: el objetivo de mi trabajo siempre debe ser generar expectativas y provocar el deseo de querer comer lo que se ve, para atraer más público y ayudar a la rentabilidad del negocio.
La degustación de cualquier plato siempre empieza por la vista. Todos somos muy conscientes de que la comida entra por los ojos. E incluso hay quienes afirman que las digestiones comienzan en el olfato. Eso ya nos da una pista de lo importante que son los aromas, los colores y las armonías visuales y olfativas y cómo nos incitan a pasar a la acción.
Si se tiene en cuenta que para un restaurante su producto principal es, ni más ni menos, que su carta, y los platos que salen de sus fogones, es casi un imperativo que este tipo de negocios muestren buenas fotografías en sus redes sociales.
Si estás leyendo esto y resulta que regentas un restaurante, párate y responde a estas dos preguntas: ¿Hacen justicia las fotografías y material audiovisual que publicas a los platos que cocinas? ¿Te gustaría comunicar con mayor calidad de imagen tu propuesta de valor?
Invertir en tener buenas fotografías de tus platos es siempre altamente rentable. Te invito a ponerte en la mente de tus clientes para entender cómo toman decisiones.
¿No te ha pasado nunca que has visto la fotografía de un alimento y rápidamente has sentido el deseo de comértelo?
Si quieres que tu público objetivo venga a conocer tu restaurante, dales la bienvenida desde tus redes sociales y tu página web con imágenes atractivas y profesionales que generen expectativas y provoquen en quien las ve el deseo de querer comer lo que muestras en ellas.
Recuerda siempre que una buena fotografía de alimentos es una invitación a un viaje de emociones, para llevar a tus clientes de la vista al paladar.
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